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Cantabria crea un grupo de trabajo para hacer frente a la ludopatía

15 enero 2019 10:47 am GMT
foto juego problemático

El Gobierno de Cantabria, España, trabaja en el Programa de Juego Responsable para luchar contra la ludopatía, con especial atención al aumento progresivo de menores que padecen adicción al juego, sobre todo en su formato de apuestas deportivas por Internet.

Según alertan desde Proyecto Hombre Cantabria, lo que empieza como una actividad de ocio relacionada con los resultados de las competiciones, acaba por convertirse en una “adicción sin sustancia tan difícil de superar como las drogas y que deriva en conductas destructivas similares”. 

A finales de enero estará constituido el grupo de trabajo multidisciplinar, impulsado desde la Consejería de Presidencia y Justicia, en el marco del programa. Este equipo contará con la participación de la vicepresidencia del Gobierno, a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) por sus competencias en materia de menores; de Sanidad, en lo que respecta a Salud Pública, y de Educación, por ser responsable de las políticas destinadas a la juventud.

El mencionado programa tendrá por objeto realizar “un análisis crítico de la situación, fundamentalmente del juego ‘online’, y a partir de ahí, enfocar el problema y hacer un plan de trabajo para implementar medidas que atajen la ludopatía”, según ha indicado el consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra.

Otro de los objetivos del equipo multidisciplinar será recabar datos para fiscalizar el alcance del negocio del juego ‘online’ en la región. “Queremos tener estudios de los impuestos que genera el juego en internet, que si se generan en la región debieran pagarse aquí. En este sentido es interesante a efectos fiscales y de salud pública”, ha explicado el consejero.

Por su parte, la organización Proyecto Hombre Cantabria, pionera en atención a la ludopatía, con programas de prevención y asistencia al adicto desde hace dos décadas, ha identificado “un cambio total” en el perfil del adicto en los últimos años y advierte de que “nos viene encima un problema muy grave”. 

Su directora en la región, Eloísa Velarde, explica que hace años acudía a pedir ayuda un perfil mayoritariamente de adultos, de 40 años de media, con cargas familiares, trabajo y responsabilidades. En cambio, hoy “acuden jóvenes de 20 a 23 años, muchos empiezan a los 13; con estudios medios y superiores, con vidas deportivas destacadas y saludables, que aprovechan esos conocimientos para apostar”.

Velarde responsabiliza del aumento de la ludopatía en los menores en gran medida a “la perversión de las apuestas deportivas online que utilizan estrategias “en caliente” para aumentar exponencialmente el número de “víctimas”, al encontrar facilidades como “el anonimato de acceder desde casa, a través del ordenador, coger el móvil de los padres y su tarjeta bancaria, jugar sin tener el DNI suplantando la identidad y apostar en varios sitios a la vez y doblar la apuesta sin tener que introducir nuevamente los datos”. Velarde advierte de que el problema es “poco visible y los padres no se están dando cuenta de su dimensión”.

Además, “otra perversión en la que incurre el juego en internet es que devuelve en premios el 96 por ciento de lo invertido, mientras las salas de apuestas devuelven el 70 por ciento, lo que provoca una sensación de que se gana muy rápido y esto engancha”, ha remarcado Ernesto Esteban, uno de los responsables del programa ‘Teen’ de Proyecto Hombre, dedicado a la prevención y atención de pacientes de adicciones sin sustancia que desde junio ha tratado sesenta casos de conductas de riesgo.

La organización también denuncia la falta de control sobre menores que entran a las salas de apuestas “impunemente” y “una ley que permite abrir salas de juego cerca de los colegios”.

“Nos están llamando de centros educativos alarmados por la cantidad de papeles de apuestas que están encontrando en las papeleras de alumnos que acuden a salas de juego frente a los institutos”, ha señalado Arrate Emaldi, otra de las coordinadoras del programa ‘Teen’ de Proyecto Hombre.

Los menores y jóvenes ludópatas acuden al tratamiento “cuando han adquirido deudas elevadas en relación a su poder adquisitivo”. En la organización destacan la historia de un menor que se gastó 6.000 euros en un año en apuestas deportivas, que era “todo el dinero que sus padres le fueron metiendo en una cartilla de ahorro para sus estudios futuros”. También, hay casos de menores que “se gastan 400 euros en una noche apostando desde casa, solos o en pandilla”.

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